lunes, 11 de abril de 2011

Total, son dos días

Dicen que en el 2012 se acabará el mundo y a mí me parece muy bien. Aunque dicho así, como lo dicen, como lo repito, parece que se trate de un disco o de un yogurt. ¿Qué le queda al mundo? ¿Una canción? ¿Una cucharada? Todo principio tiene un final ¿no? Por lo menos eso es lo que nos han enseñado. “Nada es para siempre”, aunque algunas cosas ni siquiera son para un rato. Y algunas personas tampoco. En fin, que le vamos a hacer. Por suerte yo este fin de semana me he largado a Roma. A comer pasta y pizza, a beber grappa y a follar con las italianas. Todos los tópicos ¿verdad? Pues no, porque el Vaticano ni pisarlo, que a mí lo de los estados cristianos ya me supera tratándose solo de estados espirituales o de concepto. Pero con el resto sí que he cumplido con todas las de la ley; que a saber esto es pagando, ni más ni menos (bueno, algunas cosas sí que fueron más que menos, por el tema de la globalización del euro y la diferencia de tarifas y servicios). Y yo que creía que en algunos de esos sitios que frecuenté me podría haber cruzado de casualidad con el Papa o con alguno de sus secuaces. Que vuelvo a reiterarme en lo de mi poca querencia a la vida teológica, pero eso no exime que me hubiese gustado toparme con uno de estos hombres de bien para preguntarles algunas cosas sobre el Apocalipsis. Porque teorías sobre el fin del mundo hay muchas y finales solo hay uno, así que me expliquen a mí quien tiene la razón absoluta y quien se equivoca o miente; o si todos los desastres naturales, todos los diferentes castigos divinos y las variadas invasiones extraterrestres van a acontecer a la vez. Supongo que, de ser así, no se va a aglomerar todo en un mismo día ¿no? Porque, entonces, esto va a ser peor que atravesar las Rondas a las 8 de la mañana. Y si todo va a ir sucediéndose de manera paulatina menuda mierda de 2012 que nos espera… Y nosotros preocupándonos por el trabajo, la Belén Esteban y el Madrid-Barça. Creo que la mejor opción es la de apuntarse a una secta, por si luego todo se queda en agua de borrajas. ¡Que no se puede ir jugando con la ilusión de las personas! Porque uno se hace a la idea de que todo se va a ir al garete dentro de un año y luego llega el 2013 y te quedas con una cara de tonto que no se la salta un canguro.
De momento, y por lo que pueda pasar, yo ya he comenzado a escribir mi libro. Esta vez sin ayuda del alcohol, aunque ligeramente influenciado por el cannabis. Sé que eso no me salvará de la destrucción mundial que ha de suceder dentro de unos meses pero tal vez si escribo sobre ello, me aprovecho del miedo de la gente y engordo mi cuenta corriente a sus anchas, pueda pasarme las últimas semanas de mi vida viajando a otras ciudades extranjeras, probando su gastronomía, dilapidando sus reservas de licores y cepillándome a sus señoras putas. ¡Y todo ello en plena crisis económica y social! Si es que nos quejamos por vicio…

1 comentario: